Monumental

Los Reales Alcázares se componen de 3 palacios y más de 7 hectáreas de jardín en pleno centro histórico de la ciudad de Sevilla.

El recinto se encuentra totalmente amurallado por tramos de muralla construidas en diferentes épocas ya que durante siglos se han ido solapando o creando nuevos tramos por diferentes ampliaciones.

Hogar de distintos monarcas, nobles, alcaides y políticos, hoy se considera a los Reales Alcázares la Casa Real más antigua de toda Europa todavía en uso, con sus más de 1000 años de edad sigue siendo Sede Real en Sevilla de la Monarquía Española.

La palabra Alcázar proviene del árabe -al-Qaṣr- que significa castillo fortificado o palacio. A su vez, -al-Qaṣr- es una deformación del vocablo del latín castrum o castra.

Cuando los musulmanes se asientan en la Península Ibérica a partir del siglo VIII d. c. , comienzan a ejecutar construcciones para la defensa y el control de sus nuevos territorios, en este momento comienza a edificarse la red de alcázares musulmanes de Al Ándalus.

Para gestionar este nuevo emirato de Al-Ándalus, necesitaban diversos representantes del Emir para que gobernasen las distintas poblaciones. Éstos gobernantes y por supuesto el Emir debían vivir en edificios acordes a su categoría, por lo que muchos de ellos eligen estas áreas amuralladas para la construcción de sus residencias y sedes reales.

Bajo esta premisa, probablemente, se concibe la idea de que Sevilla podía optar por construir un área fortificada al Sur de la ciudad para la defensa del río y que en su interior se construyese la Sede del Gobernante de la ciudad para su protección en el siglo X d. c.

Los restos más antiguos encontrados en el Alcázar, han sido excavados recientemente. Pertenecen al palacio del último monarca abadí, Almutamid El Poeta, siglo XI.

Cuando los monarcas cristianos conquistan los distintos núcleos musulmanes morarán en esos Alcázares, rehabilitándolos normalmente y dejando su sello. Es muy curioso que a muchos de estos palacios se les seguirá llamando Alcázares.

Como resultado de la constante adecuación de los espacios de los Alcázares al gusto de los distintos Reyes y nobles cristianos, que ocupaban parte o la totalidad del recinto en diferentes momentos de la historia, hoy disfrutamos en un mismo enclave, de construcciones Góticas, Mudéjares, Renacentistas… que se conectan, se solapan, se entremezclan, enriquecidos todos estos edificios, a su vez, por un área ajardinada compuesta por distintos tipos de jardín concebidos en distintos periodos históricos, son absolutamente maravillosos.

Los Reales Alcázares son un lujo para los 5 sentidos que no puedes perderte en tu visita a Sevilla.

En cuanto a la Catedral, es unos de los principales atractivos de la ciudad, siendo de hecho, el monumento más visitado de Sevilla.

Millones de visitantes al año admiran el que es el templo gótico más grande que existe y uno de los templos cristianos más grandes del mundo.

La Catedral de Sevilla constituye un ejemplo mundial en cuanto a la consecución de 3 tipos de actividades a la vez, la litúrgica, la cultural, además de sus procedimientos de rehabilitación y mantenimiento. Esta ‘coexistencia’ entre objetivos ha dado como resultado que la UNESCO haya valorado positivamente de manera continua la gestión del monumento, poniéndolo como ejemplo en varias ocasiones.

Este edificio comienza a construirse a principios del siglo XV, sobre el solar que dejó el derribo de un gran templo, la gran Mezquita Aljama o Mezquita Mayor de Sevilla, construida por los musulmanes en el siglo XII.

Por norma, los reyes cristianos que conquistaban territorios musulmanes en la Península, solían utilizar los alcázares y palacios de los gobernantes anteriores como sus propios hogares o sedes en la ciudad en cuestión, y las antiguas mezquitas, las cristianizaban para convertirlas en templos cristianos. Con la Gran Mezquita de Sevilla o Mezquita Aljama hicieron lo mismo. Durante varios años se prestó culto cristiano en aquella Mezquita cristianizada que pasó a ser la nueva Catedral de la ciudad.

De aquel edificio cristianizado, se preservaron áreas que se incluyeron en el proyecto de la nueva Catedral gótica. Por ello, se perciben áreas dentro de la Catedral con diferentes estilos arquitectónicos, primeramente por la fusión de estilos al principio, entre el gótico y el estilo almohade, y posteriormente, por las sucesivas ampliaciones que se realizaron siglos más tarde, con las nuevas corrientes artísticas que se desarrollaron en la ciudad.

Por otra parte, el patrimonio que atesora la Catedral de Sevilla es infinito en valor, poseyendo piezas de los mayores y mejores artistas de la historia. Ello hace que hoy la Catedral tenga un fondo que cualquier institución, museo o galería en el mundo desease disfrutar.