Como sevillana y apasionada incurable por la historia, he perdido la cuenta de las veces que he visitado la Catedral de Sevilla. Y te aseguro algo: nunca deja de impresionarme. Muchos viajeros la ven como «una iglesia más» en su itinerario, pero cometen un error.
Si te preguntas por qué visitar la Catedral de Sevilla, la respuesta es sencilla: porque no es solo un edificio, es el corazón de la ciudad. Es un monumento de récords mundiales, leyendas increíbles y un símbolo vivo de las 3.000 años de historia que han moldeado esta tierra.
Déjame contarte las 7 razones por las que esta visita cambiará tu perspectiva de Sevilla.
1. Por su Récord: No Estás en una Catedral, Estás en un Gigante
Lo primero que te impacta al entrar no es el arte, es la escala. La sensación es abrumadora.
El dato impactante: Es el templo gótico más grande del mundo
No es una exageración, es un hecho. Es el templo de estilo gótico con mayor superficie del planeta. El objetivo de su construcción no era solo la fe, era una declaración de poder de la ciudad tras la reconquista.
La frase que lo cambió todo: «Hagamos un templo tan grande…»
Como apasionada de las fechas y la historia, me encanta la leyenda que rodea su inicio. Se cuenta que uno de los canónigos dijo: «Hagamos una iglesia tan grande y tan hermosa que los que la vieren labrada nos tengan por locos». Viendo el resultado, ¡lo consiguieron!
2. Por su Historia Viva: Un Edificio Construido Sobre Otro
Lo que hace única a la Catedral de Sevilla es que puedes tocar las capas de la historia. No reemplazó al edificio anterior; se fusionó con él.
El pasado almohade que aún respiras: La Mezquita Mayor
Antes que catedral, este fue el lugar de la gran Mezquita Almohade del siglo XII. Cuando visites, no estás solo en un templo cristiano; estás caminando sobre los cimientos de uno de los centros religiosos musulmanes más importantes de su tiempo.
El Patio de los Naranjos: El antiguo patio de abluciones
El precioso Patio de los Naranjos no es un simple jardín. Era el sahn de la mezquita, el lugar donde los fieles realizaban las abluciones (purificación con agua) antes de entrar a orar.
La Giralda: De alminar a símbolo de la cristiandad
Y por supuesto, el símbolo de la ciudad. La Giralda era el alminar (torre desde donde se llamaba a la oración) de la antigua mezquita. Tras la reconquista, en lugar de derribarla, se le añadió el campanario renacentista, convirtiéndola en el icono mestizo que es hoy.
3. Por la Giralda: El Símbolo Indiscutible de Sevilla
La Catedral merece la visita solo por tener el privilegio de subir a su torre.
Subir a la Giralda: Rampas diseñadas para un caballo
Una de mis curiosidades favoritas: la Giralda no tiene escaleras. En su lugar, cuenta con 35 rampas anchas. La razón es puramente histórica: se diseñaron así para que el sultán pudiera subir cómodamente a caballo hasta la cima para admirar las vistas o llamar a la oración.
Subir hoy te recompensa con las mejores vistas del centro de Sevilla.
Y es que, además de su tamaño, su historia está ligada al símbolo de la ciudad, la Giralda.
4. Por sus Tesoros Artísticos: Un Museo Inabarcable
Más allá de su arquitectura, el interior es uno de los museos de arte sacro más importantes del mundo.
El Retablo Mayor: La obra de toda una vida (literalmente)
Te quedarás sin aliento frente al Retablo Mayor. Es el más grande de la cristiandad. Tallado en madera policromada, representa 45 escenas de la vida de Cristo. Es tan complejo que su autor, Pierre Dancart, dedicó toda su vida a él y murió antes de verlo terminado.
Pinturas de Murillo y Goya que pocos esperan encontrar
Entre las capillas, busca las obras maestras. Podrás ver varias pinturas de Murillo, el gran pintor sevillano, y hasta una obra de Goya (Santas Justa y Rufina) que muchos visitantes pasan por alto.
5. Por sus Leyendas y Misterios: La Tumba de Colón
Como experta en las leyendas de la ciudad, te confirmo que la Catedral está llena de ellas.
¿Está realmente Colón enterrado aquí? El misterio de los 4 reyes
Uno de los puntos más fotografiados es el espectacular mausoleo de Cristóbal Colón, sostenido por cuatro heraldos que representan los reinos de Castilla, León, Aragón y Navarra. Durante siglos existió un debate sobre si sus restos estaban aquí o en América. Hoy, las pruebas de ADN parecen confirmar que, al menos en parte, el Almirante descansa en Sevilla.
El Cocodrilo y el Colmillo de Elefante: Los «trofeos» del templo
No te vayas sin buscar, cerca de la Puerta del Lagarto, un enorme cocodrilo de madera colgado del techo y un colmillo de elefante. Son regalos que, según la leyenda, un sultán de Egipto envió al rey Alfonso X el Sabio.
6. Por su Luz: Las Vidrieras que Cuentan Historias
Mi consejo personal: si puedes, visita la Catedral cuando el sol empieza a bajar.
Mi momento favorito: La luz al atardecer en el interior
La luz es un elemento arquitectónico más. Ver cómo los rayos del sol atraviesan las 75 vidrieras góticas y renacentistas e inundan de color las naves es una experiencia casi mística.
Un catálogo de arte en cristal: De los maestros flamencos a los modernos
Las vidrieras son un museo en sí mismas. Cubren desde el siglo XV hasta el XX, con obras de maestros flamencos y artistas modernos. Son auténticos libros de historia hechos de luz.
7. Porque es Patrimonio de la Humanidad (y se lo Merece)
Finalmente, si necesitas una razón oficial: la UNESCO la declaró Patrimonio de la Humanidad en 1987.
Un reconocimiento mundial compartido (junto al Alcázar y el Archivo de Indias)
Este reconocimiento no es solo para la Catedral. Es para el conjunto monumental que define el corazón de Sevilla: la Catedral, el Real Alcázar y el Archivo de Indias. Visitar la Catedral es, por tanto, visitar el epicentro de la historia que hizo de Sevilla la capital del mundo.
Preguntas Frecuentes sobre la Catedral de Sevilla (FAQs)
-¿Cuánto tiempo se tarda en visitar la Catedral de Sevilla?
Te recomiendo reservar entre 1,5 y 2 horas. Esto te da tiempo para ver las naves principales, el Retablo, la tumba de Colón y subir a la Giralda con calma.
-¿Merece la pena subir a la Giralda? Absolutamente sí.
Es una parte esencial de la visita. La subida por las rampas es cómoda y las vistas panorámicas de 360° sobre Sevilla (el Alcázar, el Archivo, los tejados del Barrio de Santa Cruz) son inolvidables.
-¿Qué es lo más importante que hay que ver dentro de la Catedral?
Si tienes poco tiempo, no te pierdas el Retablo Mayor, la Tumba de Cristóbal Colón y la subida a la Giralda.
-¿Hay que comprar la entrada con antelación?
Sí, te lo recomiendo al 100%, especialmente en temporada alta. Las colas en taquilla pueden ser de más de una hora bajo el sol. Comprar la entrada online te ahorra ese tiempo.
Mi Conclusión como Sevillana
Visitar la Catedral de Sevilla es mucho más que tachar un monumento de una lista; es entender por qué Sevilla es como es. Es sentir la ambición de quienes la construyeron, caminar sobre una mezquita y maravillarse con el arte que acumuló cuando la ciudad era el puerto del Nuevo Mundo.
Es, sin duda, el monumento más visitado de la ciudad porque es el que mejor cuenta nuestra historia.
¿Tienes alguna pregunta específica sobre la historia del monumento? Si te has quedado con curiosidad o buscas una visita guiada para descubrir todos estos secretos en persona, estaré encantada de ayudarte.
